Lionel Messi ya comenzó a pensar en Rusia 2018, horas después de sumar una nueva desilusión con la selección de Argentina al caer 1-0 ante Alemania en la final del Mundial, viendo frustrado una vez más su deseo de sumar la Copa a una carrera notable con un palmarés envidiable.
La FIFA le entregó el domingo el Balón de Oro como el mejor del Mundial, un reconocimiento al que calificó como un “premio triste” tras quedar a las puertas de llevar a Argentina a la gloria.
“Era el día (para ganar la Copa). No tuvimos la suerte y no supimos definir (...) tuvimos las situaciones más claras y no pudimos hacerlo”, se sinceró Messi tras el partido.
Y ayer, luego de que el equipo recibiera una cálida bienvenida en Buenos Aires, el atacante de Barcelona dejó en claro que ya piensa en el futuro. “Ahora seguiremos trabajando para darle más alegrías al país”, señaló el capitán argentino.
Messi es indiscutiblemente el dueño del equipo en la Selección, pero de ahora al Mundial de Rusia de 2018, al que llegará con 31 años, deberá redoblar su liderazgo fuera del campo de juego. El goleador necesitará ser el emblema del grupo ya que Javier Mascherano, de 30 años, podría comenzar a tener una participación más escasa o incluso dejar la Selección en los próximos años. El mediocampista de Barcelona ha sido el corazón de la “albiceleste” y un jugador muy cercano a Messi, a quien da consejos constantemente.
“La Pulga”, que obtuvo cuatro Balones de Oro como el mejor futbolista del año, ha ganado todo lo que jugó con Barcelona, pero las cosas son distintas con su selección. Más allá del título mundial con la Sub 20 y la medalla de oro olímpica en los Juegos de Pekín 2008, Messi no ha disfrutado del éxito de otras figuras legendarias del fútbol como su compatriota Diego Maradona, el alemán Franz Beckenbauer y el brasileño Pelé, todos campeones del mundo con sus selecciones.
“Hace rato que está en el olimpo de los grandes (...) Fue un factor fundamental para que llegáramos donde llegamos”, dijo el entrenador argentino, Alejandro Sabella, sobre Messi en conferencia de prensa tras la caída ante Alemania.
Pero todavía le queda un sueño por cumplir: levantar la Copa del Mundo en su cuarto intento. Y durante el recibimiento de la presidente Cristian Fernández, Messi tomó la palabra, secundando a Sabella. “Le dimos una gran alegría al país habiendo llegado la final y sin regalarle nada al rival. Nos fuimos con muchas dudas de los hinchas y de los periodistas, y nos hicimos más fuertes que nunca. Estamos muy unidos. Ahora seguiremos trabajando para darle más alegrías al país”, avisó Messi. La Copa América 2015, en Chile, será su primera escala.